La captura de Fort Donelson, Tennessee, en febrero de 1862 fue la primera gran victoria de la Unión de la Guerra Civil estadounidense, abriendo un camino hacia el corazón de la Confederación. Fort Donelson también marcó un punto de inflexión en la carrera de Ulysses S. Grant, cuya firmeza y resolución durante la batalla, incluida su negativa a aceptar algo menos que una rendición Confederada completa y total, lo catapultó a la fama..

Gran parte de la vida temprana de Grant había sido un fracaso

Hiram Ulysses Grant (se hizo conocido como Ulysses S. Grant debido a un error en su carta de recomendación de West Point) se graduó de West Point en 1843, un estudiante indiferente que ocupaba el puesto 21 de 39 estudiantes. A pesar del éxito temprano en la guerra mexicano-estadounidense, Grant pasó años en puestos de avanzada desolados del ejército (donde su soledad condujo a la bebida que estropearía su reputación). Sufrió una serie de fracasos financieros cuando las empresas comerciales especulativas fracasaron, y la vida posterior al Ejército no resultó mejor, ya que Grant fracasó como agricultor y luchó para pagar las deudas como socio en el negocio familiar de artículos de cuero en Galena, Illinois.

La Guerra Civil llegó en el momento justo para Grant

Después del estallido de la guerra en abril de 1861, Grant se unió con entusiasmo, tomando el mando de un regimiento de voluntarios de Illinois. Su primer éxito llegó más tarde ese año, cuando capturó Paducah, Kentucky. Fue ascendido a general de brigada en julio de 1861 y a principios de 1862 comenzó a acercarse a dos fortalezas confederadas en el oeste de Tennessee. El 6 de febrero, Fort Henry, situado en el río Tennessee, se rindió antes de que se lanzara un asalto a gran escala dirigido por Grant y el oficial naval estadounidense Andrew Hull Foote..

Grant luego dirigió su atención al fuerte Fort Donelson en el cercano río Cumberland, una puerta de entrada clave en el Teatro Occidental custodiado por 16,000 tropas confederadas. Para el 13 de febrero, los 25,000 hombres de Grant habían rodeado el fuerte, con apoyo naval adicional. Los combates se libraron de un lado a otro, con el bombardeo naval que debilitó las defensas del fuerte, seguido de un contraataque confederado que casi rompió las líneas de Grant..

La victoria llegó después de que el comandante del general de brigada de la fortaleza, el general de brigada John B. Floyd, retirara sus fuerzas, en lugar de presionar a las tropas de Grant. Al darse cuenta de que su situación era desesperada, Floyd entregó su orden al general Simon Bolivar Buckner, y él y otros oficiales confederados, incluido Nathan Bedford Forrest, escaparon, dejando a Buckner para coordinar una rendición con Grant.

Una escena de la batalla de Fort Donelson

Foto: MPI / Getty Images

Buckner tenía todas las razones para esperar que Grant aceptara una rendición negociada

No solo era una tradición militar estándar de la época, sino que los dos se conocían desde hacía décadas. Asistieron a West Point al mismo tiempo y habían servido juntos en el Ejército de los EE. UU. Durante la Guerra México-Americana. Cuando Grant estaba luchando en sus días posteriores al Ejército, antes de la Guerra Civil, Buckner le había prestado una vez dinero durante un período particularmente bajo en la vida de Grant..

Para sorpresa de Buckner, Grant se negó a negociar. El 16 de febrero, envió una respuesta legendaria:

Señor: La suya de esta fecha proponiendo el armisticio, y el nombramiento de comisionados, para resolver los términos de capitulación se acaba de recibir. No se aceptan términos, excepto la rendición incondicional e inmediata. Propongo pasar inmediatamente a tus obras..

Sin embargo, cuando los dos hombres finalmente se reunieron para el primero de varios días de reuniones, Grant dicta la "rendición incondicional" # x201D; suavizado considerablemente. Mientras Buckner y sus hombres se convirtieron en prisioneros de guerra, a los soldados confederados se les permitió conservar sus pertenencias personales, y los oficiales comisionados mantuvieron sus armas y espadas (una asignación inusual). Grant proporcionó raciones para las tropas desesperadamente hambrientas de Buckner y permitió que los confederados heridos fueran tratados en los hospitales de la Unión en Kentucky. Según los informes, incluso trató de pagarle a Buckner su préstamo de hace mucho tiempo, aunque Bruckner lo rechazó bruscamente.

A pesar de la presión de su propio personal y oficiales, Grant no insistió en una ceremonia formal de rendición, deseando que ambos protegieran a los soldados de ambos lados del clima invernal y no queriendo avergonzar a Buckner y sus hombres, declarando & # x201C; Tenemos el fuerte , los hombres, las armas. ¿Por qué debemos pasar por formas vanas y mortificar y herir el espíritu de los hombres valientes, que, después de todo, son nuestros propios compatriotas? & # X201D;

La victoria de Grant en Fort Donelson lo convirtió en una leyenda

El Norte, desesperado por una victoria, inmediatamente tomó a Grant. Los periódicos anunciaron su éxito y lo apodaron & # x201C; Rendición incondicional & # x201D; Conceder. Los relatos de Grant fumando tranquilamente un cigarro durante sus reuniones con Buckner llevaron a miles de norteños agradecidos a enviarlos como obsequios & # x2014; con la consecuencia involuntaria de empeorar la adicción al tabaco que lo llevó a su mortal cáncer de garganta Mark Twain estaba tan entusiasmado con Grant que, según los informes, llevó su carta a Buckner con él por el resto de su vida. Los dos más tarde se hicieron amigos íntimos y Twain publicó las memorias más vendidas de Grant, que proporcionaron un colchón financiero desesperadamente necesario para la familia de Grant..

Lo más importante es que Fort Donelson puso a Grant en el radar del presidente Abraham Lincoln, quien también necesitaba desesperadamente ambas victorias y los oficiales capaces y decididos que podrían proporcionarlas. Grant fue ascendido rápidamente a general de voluntarios. Cuando Grant titubeó el primer día de la Batalla de Shiloh en abril de 1862, Lincoln fue presionado para sacarlo del mando. Él se negó, declarando, & # x201C; No puedo evitar a este hombre. Él lucha. & # X201D; Grant demostró que Lincoln tenía razón al día siguiente, obteniendo una victoria sangrienta. Era un patrón que se repetiría para el resto de la guerra, ya que el impactante recuento de cadáveres de las victorias de Grant le valió una nueva reputación, la de un carnicero & # x201C;

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Grant luego capturaría a dos ejércitos confederados más

En julio de 1963, cuando la batalla de Gettysburg se extendió por el este, Grant capturó el puerto clave de la Confederación en Vicksburg, Mississippi, después de un asedio de 47 días. Su contraparte, el teniente general John Pemberton, se rindió el 4 de julio, esperando correctamente poder extraer términos comprensivos de Grant en el Día de la Independencia de Estados Unidos. Aunque Grant capturó 30,000 tropas confederadas, negoció la libertad condicional de muchos de ellos, algunos de los cuales regresaron para luchar por el Sur. Vicksburg, sin embargo, le dio a la Unión el control total del río Mississippi y dividió a la Confederación en dos.

Y, lo más famoso, después de convertirse en jefe del Ejército de la Unión, Grant aceptó la rendición del Ejército de Virginia del Norte de Robert E. Lee en el Palacio de Justicia de Appomattox el 9 de abril de 1865, marcando el final de los principales combates en la Guerra Civil . Al igual que en Fort Donelson, Grant demostró ser un vencedor magnánimo, permitiendo que Lee y sus hombres retengan sus armas, caballos y mulas, y regresen a casa con sus familias, mientras que nuevamente proporcionan comida para las hambrientas tropas del sur. Cuando los soldados de Grant comenzaron una celebración improvisada cuando Lee se alejó, Grant la detuvo de inmediato, más tarde recordando, & # x201C; Los confederados ahora eran nuestros compatriotas, y no queríamos alegrarnos por su caída. & # X201D;

Los enemigos de Grant en Fort Donelson le hicieron el último cumplido

Después de sus dos términos controvertidos y plagados de escándalos como presidente, Grant se retiró a Nueva York, donde murió en julio de 1885, a la edad de 63 años. Entre sus portadores estaban varios generales de la Unión que habían luchado estrechamente a su lado durante la guerra, incluido William Tecumseh Sherman y Philip Sheridan. Quizás más sorprendente fueron dos ex generales confederados que también se desempeñaron como portadores de honor honorarios, Joseph E. Johnston y Simon Bolivar Buckner, cuya rendición a Grant 23 años antes había marcado un punto de inflexión clave en la Guerra Civil estadounidense.

Barbara Maranzani es una escritora y editora con sede en Nueva York, centrada en la historia estadounidense y europea..

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